ROGER BACON
Nació en 1214 en Ilchester, Somerset, Inglaterra, y murió en 1294 en Oxford, Inglaterra. En su juventud estudió geometría, aritmética, música y astronomía. Recibió un grado de la Universidad de París alrededor del año 1241, después de lo cual impartió cátedra sobre Aristóteles en París, al tiempo que no parecía tener mayor interés por la ciencia.
Su interés por las matemáticas y la ciencia despertó en Oxford a donde retornó en 1247. Recibió gran influencia de Grosseteste y a partir de entonces dedicó gran parte de su vida a los idiomas, las matemáticas, la óptica y las ciencias en general. Particularmente se concentró en el estudio de estos temas en Oxford desde su llegada en 1247, hasta 1257.
Su contribución matemática fundamental es la aplicación de la geometría a la óptica. Solía decir: Las matemáticas son la puerta y la llave de las ciencias.
Bacon continuó el interés de Grosseteste en impulsar el uso de lentes de aumento como ayuda a la visión natural. Hizo observaciones sistemáticas con lentes y espejos. Parece que planeó e interpretó sus experimentos con un enfoque científico notablemente moderno. Sin embargo, muchos de sus experimentos descritos en sus notas nunca los llevó a cabo.
En 1257, quizás por causa de su quebrantada salud, abandonó la Universidad de Oxford y entró en la Orden de los Frailes Minoritas, aunque mantuvo su interés por el estudió científico, lo cual no fue apreciado por sus superiores. Le escribió al Papa Clemente IV en 1266, en términos muy semejantes a los que habría utilizado un matemático hoy día, para proponerle la escritura de una gran enciclopedia de todas las ciencias elaborada por un equipo de colaboradores y coordinada por un grupo eclesiástico.
El Papa Clemente IV, por no estar acostumbrado a recibir propuestas de tal naturaleza, no comprendió bien los deseos de Bacon y creyó que lo que proponía era una enciclopedia científica que ya existía. Le pidió que se la mostrara y, como Bacon no podía desobedecer al Papa, rápidamente escribió la Opus maius (Obra Mayor), la Opus minus (Obra Menor) y la Opus tertium (Obra Tercera).
Este asombroso logro fue hecho en secreto, pues sus superiores se oponían violentamente a ese trabajo. El objetivo de Bacon era mostrarle al Papa que las ciencias jugaban un papel central en los programas universitarios. En su Opus maius escribió una sombrosa colección de ideas, por ejemplo, una de un telescopio:
Podemos dar forma a cuerpos transparentes y disponerlos de tal forma con respecto a nuestros ojos y a los objetos que deseamos observar, que los rayos sean reflejados y desviados en la dirección que deseemos, y bajo cualquier ángulo que queramos, podremos ver el objeto cerca... Así, podremos lograr hacer bajar en apariencia hasta nosotros al sol, la luna y las estrellas...
En 1268 falleció Clemente IV y las posibilidades de Bacon de ver fructificar su gran proyecto se desvanecieron. Entonces se embarcó en otro gran proyecto y comenzó a escribir los Communia naturalium (Principios Generales de la Filosofía Natural) y los Communia matematica (Principios Generales de la Ciencia Matemática).
Solo partes de ellos llegaron a ser publicadas; probablemente la mayor parte ni siquiera fue escrita. No obstante, después de hacer nuevas observaciones, hizo otra vez importantes afirmaciones sobre la astronomía y la reforma del calendario.
Bacon consideraba la Tierra como un objeto esférico con la posibilidad de circunnavegarla. Estimó la distancia a las estrellas en 130 millones de millas.
Por 1278 Bacon fue encarcelado por sus cofrades franciscanos, bajo el cargo de novedades sospechosas en su enseñanza. Esto no lo hizo alejarse de mantener sus puntos de vista; éstos aparecen de manera tan contundente en sus últimos escritos de 1293 como en cualquiera otra época de su vida.